Dentro del carácter multidisciplinar que implica la formación del maestro, el conocimiento que aporta la Psicología de la Educación es fundamental para comprender y analizar los procesos de cambio del alumno y especialmente los procesos que se producen en la situación educativa. A través de este conocimiento psicológico, el futuro docente tendrá elementos para poder interpretar y analizar la situación educativa en la que está inmerso y así poder diseñar y planificar las situaciones de enseñanza y aprendizaje de forma autónoma y creativa.
El maestro no sólo debe tener un dominio de las disciplinas curriculares, sino que tiene que aprender cómo intervenir en las situaciones de enseñanza y aprendizaje, conocer los principios que subyacen a los diferentes procedimientos, métodos y técnicas con el fin de que la práctica no sea un instrumento sin fundamento. En este sentido, es importante que el futuro maestro entienda que la formación continua constituye una responsabilidad y un deber de todo profesor y que la formación inicial y básica que recibe en la actualidad es el comienzo de una formación y no el término de un aprendizaje.
La asignatura de Psicología de la Educación que se imparte en primer curso y en el segundo cuatrimestre es una materia central en la titulación, pues proporciona buena parte de la formación psicológica necesaria para el ejercicio de la profesión docente. Forma parte de un bloque de materias (Sociología, Didáctica General, Organización del Centro Escolar…) que intenta explicar desde una perspectiva interdisciplinar el fenómeno educativo. Esta asignatura tiene como antecedente la Psicología del desarrollo, así mismo es una materia imprescindible para entender los planteamientos de las diversas disciplinas que posteriormente el alumno estudiará.